La Energía Sagrada de los Árboles

Para el pueblo Celta los Árboles eran seres vivos con alma propia y poseían un espíritu guardián del lugar; ademas se servían de ellos para cobijarse, fabricar armas y herramientas, elaborar sustancias medicinales y muchas mas cosas. 

Los adoraban y veneraban pidiéndoles permiso y comunicándoles sus intenciones antes de extraer de ellos lo que necesitaban para que replegasen su energía de las ramas que iban a ser cortadas, o si bien lo que se pretendía era elaborar instrumentos mágicos o brebajes curativos con su madera, hojas o raíces, se realizaba un ritual en el que se le pedía que dejara su sabiduría y energía con el fin de que se pudieran utilizar y el portador se beneficiara de ellas, posteriormente se les hacían ofrendas de agradecimiento, con aguamiel u otros presentes. 

Los árboles constituían la base de sus vidas; todo en la naturaleza poseía su propio significado y portaba para aquel que ”supiera ver” un claro mensaje. 

Cada tipo de árbol poseía su propia energía y sabiduría bien diferente a las del resto que ademas tenia alguna característica vinculada con los rasgos de cada personalidad humana. 

En los momentos difíciles se invocaba la energía de los arboles para hallar respuestas ante determinadas circunstancias, pues ya en aquel entonces era sabido que había que recurrir a fuentes de sabiduría mas genuinas que la temerosa y engañosa mente para hallar respuestas validas. 

Con este fin empleaban varitas de madera, o grababan las Fechas correspondientes a cada árbol en una superficie, para después leer la suerte sobre ella. Un ejemplo de esto es la ventana de Fionn

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